
la brisa exhala verdes
retoza el mediodía
el sol se panifica
para todos los seres
que gravitan la tierra
bajo el oro salobre
la garza mora pasa
recortando el celeste
abismo del paisaje
la perfección asusta
un silencio vidrioso
contamina la vista
cada cosa es un punto
cada punto es un nombre
cada canto un augurio
cada pájaro un norte
la lentitud avanza
como el sueño en el hombre
que es parte inseparable
retoza el mediodía
el sol se panifica
para todos los seres
que gravitan la tierra
bajo el oro salobre
la garza mora pasa
recortando el celeste
abismo del paisaje
la perfección asusta
un silencio vidrioso
contamina la vista
cada cosa es un punto
cada punto es un nombre
cada canto un augurio
cada pájaro un norte
la lentitud avanza
como el sueño en el hombre
que es parte inseparable

de esa azul ceremonia
que ya no es más un hombre
que es más bien una mancha
oteando el horizonte
una cifra del tiempo
una fruta caída
un jirón en el viento
una señal tardía.
que es más bien una mancha
oteando el horizonte
una cifra del tiempo
una fruta caída
un jirón en el viento
una señal tardía.
V.M
(c) copyrigth
Versos meditados escuchando
“Louange a l'Immortalite de Jesus”
de Oliver Messiaen,
de su obra « Quatuor pour la fin du temps « , año 1979.
Remítase al Laboratorio poético en este mismo blog...
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