Nuestros besos
Mi boca que a tu mano se adelanta.
Tu boca que a mi boca se aproxima.
Mi cintura resuelta que se arrima.
Tu pecho que se enciende y se agiganta.
En la cuerda sutil de la garganta
los nudos de la pena se deshacen.
Las bocas dan a luz, los besos nacen
y en cada suspirar el alma canta.
(c) copyrigth
Un evocado aroma, una poción de frutos rojos deshaciéndose en la lengua, como un veneno amistoso y necesario. Un lapsus en el tiempo, una abstracción en el espacio, un éxtasis en la sangre. Ser sin estar. Contemplar el mundo con los ojos cerrados y los labios abiertos. Besar. Dar un beso. Muchos besos o el beso. Besar estirando la be larga hacia la boca que espera o presiente. O teme o ruega. Nada como la víspera del beso... Nada como una boca rindiéndose al deseo y nada como el deseo que enciende esa boca al despedirse.
A ver Julio... descríbalo mejor como usted sabe:
Divino!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! tenia que ser de un hombre de otra época....
ResponderEliminarPRECIOSO!!!!! HACIA MUCHO TIEMPO QUE NO ESCUCHABA TAN DULCES PALABRAS DE LA BOCA DE UN HOMBRE... CLARO, TENIA QUE SER DE ESTOS QUE LAMENTABLEMENTE YA ESTAN EN EXTINCIÓN...SOY MARCELA....JA
ResponderEliminarQuisiera escucharlo entero.... falta lo mejor seguramente... Ojalá los hombres volverían a tener este tipo de conductas... ser rómanticos!!!!!! es muy necesario...
ResponderEliminarCortazar no se nace dos veces... pero a no romper los boletos, señoras y señoritas... créanme que abundan los señores románticos, sólo que confunden el amor de telenovelas mexicanas con el amor de los mil colores que nos hará soñar con lo imposible... nosotras hemos hecho mucho como género, aceptando peluches y flores en lugar de promover la palabra encantadora y frágil que el amor nos tiene deparada... hemos escalado posiciones en la palmera social para parecernos a nuestros amados hombres, hemos equiparado nuestros derechos y obligaciones y nos congraciamos ante el señor que sabe cambiar un pañal... Hombres y mujeres somos mucho más que eso...De todos modos, la poesía está bien para los libros y las noches en vela... en la vida diaria no aporta demasiado, sin ir más lejos, el poema llamado "Nuestros besos", se lo escribí a mi medio limón, que se sintió de algún extraño modo asediado por mi poesía, porque, queridas amigas, en el poema uno siempre besa mejor, ama mejor, incluso es más puro y bello y alto que en la realidad... Creo que al leer poemas amorosos nos elevamos hacia esa instancia superior que es el amor sublime, el de cuentos, hasta que el día nos baja a escobazos :) No se desanimen y no esperen que el hombre sea romántico, ámenlo con lo que trae del camino que los príncipes azules están bien para las fábulas, en la vida que nos toca, todos desteñimos un poco, no?
ResponderEliminarMi abrazo! Y gracias por comentar...
Victoria
Ok. vicki... es emocionante saber y ver que estas conectada con nosotros quienes por algunos de los escritores que vos seleccionaste conocemos tu blog.... esta de mas decirte que esta muy bien armado, ha..me sorprendieron los auspiciantes..ja.. ya no recordaba la revista 13/20...
ResponderEliminarSobre los hombres... todavia me cuesta un poco entender su naturaleza...esa que por momentos nos enamora y por momentos nos molesta, o al menos asi me pasa a mi... gracias por el consejo de amarlos asi... como vienen, voy a tener en cuenta lo de los principes azules de los cuentos, que auque se que solo estan ahi... muchas veces quisiera que salgan y los encontremos en la vida real... ja ,... besitos..M..
Hola M.! Cada vez sos menos anónima :)
ResponderEliminarVos sabés que me alegra mucho estar en contacto con la incauta gente que entra de improvisto a mi blog... no le doy toda la atención que merece la cuestión... de modo que me he sorprendido gratamente al saber que se cruzan en diálogo ante mi desacreditada ausencia... Sigan así, nomás... me hace muy feliz! En cuanto a los señores, están ahí, M., están frente a nuestros ojos, no se trata de saber mirar, todo lo contrario, es mejor andar a tientas en el amor... encontrarse en la penumbra de un café, en la sombra de una esquina, en la niebla de un andén... están ahí, M. y nos están esperando, eso es seguro.
Salute!
Vic