28.5.11

Las dos direcciones

"La llegada", obra de Cristobal Toral, pintor español.
+info en http://www.artelibre.net/ARTELIBRE1/TORAL/TORAL.htm


CONTRADICTIUM


Mientras exijo que ya no me toques
Y en la punta de mi lengua danzan cardos
Debajo de mi piel aroman nardos
Blancos de pudorosas pretensiones.


Mientras mi pluma cruel te contamina,
Mi boca es un océano de fuego
Que arrastra, sin timón, mi pobre ego
Con el azar de todas las esquinas.


Yo condeno tu ser y me condeno
A no ser ya sin tí más que una duda,
Una verdad sedienta y puntiaguda.
Me condeno a no verte y te condeno


A derrumbar mi imagen en tus ojos.
Te reto a que me mates en tu frente,
Me arranques de tu pecho secamente
Como se quitan los clavos que están flojos.


Es una selva de contradicciones
Este amor que se prende de mi carne.
Fiera asediada, manantial que arde,
Negro desfile de mis sinrazones.


¿Cómo te pido que te quedes lejos,
Que te exilies de mí, que no me sigas
Mientras mendigo de tu amor las migas,
Dulce manjar para mi amor hambriento?


El corazón me quiebra a coletazos
Todo el amor que junté por el camino…
Una por una las piezas del olvido
He de pegar pedazo por pedazo.


Porque no sé olvidarte, dulce mío,
No logro amortizar la despedida,
No puedo con mi sangre incomprendida
Asimilar tu unánime vacío.


Allí donde te pido que me dejes
Estoy rogándote que me hagas tuya.
Mientras mi huera voz pide que huyas,
Mi alma suspira porque no te alejes…


Y así ando, mi bien, adivinando
Las lunas y los soles, sin destino.
Desquiciada de amor y desatino,
Corrompida de sueños y presagios.


Escurriendo la tinta entre los dedos,
Rodando mi cariño en la pendiente,
Con la fe sorda y el miedo intermitente,
Abstenida de dioses y de credos.


Para tu amor no tengo más que rosas…
Que atesoran mi alma en cada espina,
De rojo atuendo y abismal resina,
Aromando intenciones amorosas.


Habrás de recibirlas, si así quieres,
Tomando por el tallo el leve ramo,
Sangrando mi verdad entre tus manos
Con cada astilla de la flor que hiere.


Mi amor para tu amor tiene las flores
Y las espinas por igual medida.
Tómalo así, brotando en cada herida,
O déjalo secarse entre algodones…


(En el amar no hay manos inocentes
Y el puño aprieta la segunda piedra,
Con la servil paciencia de la hiedra
Todos llevamos pesada la frente.)


Huele mi rosa abierta hacia la vida,
Vuelve a creer en su color de infancia,
La espina también lleva su fragancia…
¡Dale a mi corazón la bienvenida!
V.M.
(c) copyrigth

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Yo opino, tú opinas...

Gira, el mundo gira...


contador de visitas