20.5.09

El peso del tiempo

...arrastrando las horas por el suelo
arrancando mechones de ansiedad con las manos
bajando en caída libre desde un sueño
a otro sueño en donde una niña

canta un vals imposible

como bestia asustada

el corazón jadea su obediencia
bombea su virtud domesticada
sacude su costumbre contra el muro
hierro perseverante que se inflama

yo abarco la impaciencia y el hastío
yo monto una quimera inexorable
yo, jinete, animal, montura, riendas
camino, polvo, viento y pampa larga

dejando atrás las horas sometidas

la delgada memoria de haber sido feliz
la frágil llama del amor bailando al sol
la pena hundida hasta la empuñadura
nada me lleva hacia un final
nadie me espera
mientras arrastro las horas como huesos
mientras en el espejo está la niebla
y un cortejo de sombras me acompaña
llevándome fatal hacia el olvido...




V.M copyrigth


Escuchando a Buika.

2 comentarios:

  1. Te digo la verdad? Me dejaste helado con el poema. Tiene ese justo golpe de nostalgia que saltea la cursilería y llega justo a donde tiene que llegar. A ese lugar donde viven los amores perdidos que todavía duelen.

    Un abrazo grande!!!

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  2. Se agradece, Conde. Sabido es que la pena tiene muy mala prensa, pero qué bien que viene para exorcizar fantasmas...

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