Un poema perdido y encontrado

*

GRIETA

Una palabra luminosa y húmeda,
con su costumbre húmeda de piedra
adormecida bajo soles de agua.
Una voz que es la voz de mi silencio,
lo que no sé decir, lo que me callo,
la aterradora soledad que muerdo,
la penúltima lágrima que rueda
desde mi corazón, eso que tiembla,
hasta tu cerrazón, eso que abruma.
Palabras en mis manos, en mis dedos,
escurridas palabras, conocidas
y sin embargo apenas pronunciadas
se me van de los ojos, de la boca,
sílabas que golpean en mi frente
con un puño de fuego, cuchillada
de arena, contra el viento, para nada.
Para qué mis palabras, mis heridas
de tinta y de ternura contenida
si entre jardines veo sólo niebla.
Voy a exiliarme un poco de tus ojos,
de tu tristeza dulce, tu misterio,
y a arrellanarme en un rincón callado,
romántica heroína de novela,
a convocar tus dedos, uno a uno.
Ya estás aquí.
Ya eres un presagio.
Mi frente se hace grieta y brota un pájaro.

(c) copyrigth