3.12.07

Miguel Hernández: POETA




UMBRIO POR LA PENA

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona,

cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona

circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!



Poeta español, (1910-1942) Orihuela, Alacant.

"Adiós, hermanos, camaradas y amigos,

despedidme del sol y de los trigos"

(Miguel, en los muros de la cárcel de Alicante, poco antes de morir)


Gira, el mundo gira...


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