
pero también la huella
el leve paso
la sombra aletargada
la agonía
del que fatiga el polvo de la espera
de ayeres parpadeantes
de jirones de besos
de estentóreas y azules esperanzas
la harina del recuerdo hizo el sendero
por el que trasnochamos nuestros sueños
por el que sucumbimos nuestras ansias
el mismo en el que ahora se detienen
mis pasos
espectantes
olvidados
cansinos

solitarios
en alerta
mis pasos
el camino
nuestras huellas
y esta verdad gateando por el suelo.
V.M
(c) copyright
Para el Laboratorio poético, escuchando a Alfredo Abalos...
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